domingo, 27 de noviembre de 2005

4P

Esta legislatura nos ha sorprendido con una nueva figura mediática, la del "Periodista Portavoz del Partido Popular" (PPPP).

Son ejemplos de catálogo de esta nueva especie Carlos Dávila, Federico Jiménez Losantos o Isabel San Sebastián. Todas las mañanas recorren los atascos madrileños de plató en emisora, en busca de un micrófono con el que contribuir a la crispación política, en esa estrategia que el partido de la oposición ha diseñado (con la participación especial del propio Dávila) para hacer triunfar un producto político completamente orientado al "Consumidor Español de Cruzadas".

Es divertido ver como apenas dejan hablar a sus contertulios regateando segundos de audiencia para insistir en las consignas del partido. Es penoso que se adjudiquen la legitimidad de un estado de crispacion en las calles que solo existe en los pasillos de la calle Génova. Pero lo que es en verdad inadmisible es que lo hagan disfrazados de periodistas.

Quienes han vendido su pluma no deberían presumir de esa condición, y quienes actuan bajo las consignas del aparato de propaganda de un partido político no deberían ocultar esta circunstancia.

Solo espero, por el bien de todos, que el ejemplo no cunda